El pollo, el pavo y la gallina, pertenecen al grupo de las carnes blancas. Tienen un bajo aporte de grasas, por lo que se las considera magras y de fácil digestión. Tienen muchas vitaminas, minerales, en especial proteínas. Su consumo se puede introducir en la dieta de los niños a partir de los seis meses de vida, ya que se digieren bien y son altamente nutritivas. Durante el embarazo su aporte de vitamina B y ácido fólico las convierten en una de las mejores formas de evitar la espina bífida.
Además, son una excelente opción para personas de la tercera edad, que tienen inconvenientes en masticar y digerir determinados alimentos. Esta carne es muy adecuada ya que su jugosidad hace de ella un alimento fácil de consumir.
Beneficios para la salud
Al consumir 100 g de carne de ave, usted recibe:
- Proteínas: con alto valor biológico por los aminoácidos que el organismo no puede producir y son necesarios para el crecimiento, mantenimiento y desarrollo de los tejidos del cuerpo.
- Selenio: por su poder antioxidante refuerza el sistema inmunológico y participa en el metabolismo de los lípidos.
- Zinc: contribuye a un adecuado crecimiento y al cuidado de la piel.
- Fósforo: sirve para la formación de huesos, dientes y produce energía para la formación de células.
- Vitamina B6: interviene en la elaboración de sustancias cerebrales que regulan el estado de ánimo como la serotonina. Su consumo ayuda a las personas que tienen niveles de estrés elevado y alteraciones del sueño.
- Potasio: por su contenido en potasio contribuye a mantener una buena contracción y relajación muscular.
Conozca cómo conservar, congelar y descongelar la carne de aves
Al comprar- Adquiera los alimentos refrigerados o congelados al final de sus compras.
- Nunca escoja carnes con la envoltura rota.
- Coloque las carnes crudas en una bolsa de plástico para que los jugos no contaminen otros alimentos.
- Si no las va a preparar inmediatamente, antes de colocarlas en la refrigeradora, retire el envoltorio plástico que las cubre, elimine su jugo y guárdelas envueltas en otra bolsa de plástico o en papel de aluminio.
- Los alimentos cárnicos se dañan con facilidad y no se deben dejar fuera de la refrigeradora por más de dos horas. Las bacterias que causan intoxicaciones en los alimentos crecen rápidamente a la temperatura ambiente.
- El pollo sin eviscerar se puede conservar en la refrigeradora únicamente un día. Crudo y eviscerado no debe permanecer más de dos días en la refrigeradora.
- Si compró presas seleccionadas puede dejarlas en el empaque original hasta el momento del consumo.
- La carne cocinada de pavo y pollo se puede dejar en el refrigerador hasta cuatro días y si se congela, puede guardarla hasta seis meses.
- Utilice una envoltura de plástico al congelar la carne de pollo y pavo entero o en porciones para evitar la deshidratación del producto y la pérdida de jugos.
- Es recomendable hacer porciones según su consumo para evitar congelar y descongelar. No congele el pollo con las vísceras porque éstas solo se conservan congeladas dos ó tres meses y el pollo seis meses.
- Para descongelar el pollo, lo mejor es hacerlo en forma lenta y natural. Páselo del congelador al refrigerador la noche anterior a la preparación.
- Colóquelo sobre una rejilla dentro de una fuente, para que el jugo que despida no contamine otros alimentos y tampoco esté en contacto con el ave.
- Para descongelar también puede colocar el alimento en una bolsa de plástico bien sellada y sumergirla en agua fría. Cambie el agua cada 30 minutos y cocine el ave inmediatamente.
- Puede descongelar la carne en el microondas utilizando los ciclos específicos para este efecto.
- Una vez descongelada la carne no debe congelarla nuevamente, a menos que ya esté cocinada.
- Lávese siempre las manos antes y después de manejar los alimentos.
- Las carnes de aves deben estar separadas de otros alimentos.
- Evite el contacto de carnes crudas con alimentos cocidos.
- Utilice utensilios de cocina para uso exclusivo de las carnes, como cuchillos y tablas de cortar, así evitará la contaminación cruzada durante la preparación.
- Después de cortar las carnes crudas lave las tablas y cuchillos, con agua caliente y jabón.
- Mantenga las carnes de aves marinadas en el refrigerador, en un envase cubierto.