¿Cansado de los viejos y típicos almuerzos? La profundidad, la textura y los matices son los que hacen que una ensalada sea más que la suma de sus partes. Convierta las ensaladas en deliciosos platos con estos consejos.
- Incorpora una variedad de texturas: masticable, suave, crujiente, húmeda y seca.
- Agregue color con bayas, zanahorias ralladas, tomates o flores comestibles.
- Decadente con salsas a base de yogur griego o crema agria.
- Equilibrio agridulce. El limón atemperará un exceso de sal o azúcar, mientras que los ingredientes dulces como el jarabe de arce calmarán demasiado ácido.
- Combine los ingredientes y el aderezo con cuidado. Los mariscos delicados pueden no funcionar con muchas especias pesadas.
- Agregue el calor con la mostaza, el ajo o el chile.
- Transforme una ensalada en un plato principal agregando proteínas, carbohidratos y grasa.
- Evite el exceso de sazón. Espere hasta que se preparen los elementos cocidos, se haga el aderezo y se arrojen las verduras antes de agregar sal y pimienta al gusto.
- Use sal marina (fina o gruesa) y muela la pimienta en un molino para obtener el mejor sabor.
- Piense en capas: comience con las verduras o las hojas de su base, luego agregue una capa de aderezo, (pruebe con semillas o nueces), una capa de "bocado" (como queso, chile o pepinillos), seguido de otra capa de verduras u hojas, y así sucesivamente.